Jack, es un cordero que se crió con un springer spaniel y ahora está convencido de que es un perro pastor. Pronto Jack y la perra Jessie se hicieron muy buenos amigos, tanto que Jack, de seis meses de edad, ni siquiera reconoce a los de su propia especie. Lo más curioso es que ahora lleva collar, salta sobre sus patas traseras, trae un palo y disfruta caminar.
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