La instalación Harminochaos de Céleste Boursier-Mougenot utiliza lo que podríamos denominar aspiradoras preparadas. En las boquillas de 13 de estos aparatos la artista ha colocado armónicas en diferentes tonalidades, y cuyo sonido es alternado mediante un controlador que además regula su intensidad. El resultado es un recital de drones difícilmente reproducible por humanos.
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