Hubo pancartas, banderas, escenario, música... pero nadie imaginó que el talento de un creativo pudiera tener tanta osadía. Se trata del diseñador Alejandro Mañanes, del movimiento "Arte intruso", quien no tuvo mejor idea ante la manifestación a favor del matrimonio gay que llevar un motor e inflar un pene de cinco metros de largo a metros de la entrada histórica del Congreso de la Nación. La Policía Federal no pretendió sacarlo de allí, asegura, pese a que parte del miembro cruzaba el vallado de seguridad.
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