El dinero deberá ser pagado por el cura. El juez consideró probado que el tañido de las campanas arruinó la vida de la maestra jubilada durante los últimos 23 años. La demandante, que inició el proceso en 2003, obtendrá 4.600 euros por daños espirituales (6.670 dólares) y 9.300 euros (13.500 dólares) por daños psíquicos. Los restantes 46.000 euros (66.800 dólares) se deben a la alteración de la vida familiar y los derechos personales de la mujer.
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