Esta obra nos invita a reírnos con las ocurrencias de los hablantes de castellano, que por ignorancia, falta de estudios o porque son demasiado mayores como para entender términos modernos o extranjeros. Pero ojo, no tratan dichos errores con mala leche, pretendiendo reírse a costa de los que se equivocan, sino con buen humor y respeto. Algunos ejemplos: una señora dijo que venía de llevar a su hijo al pederasta, un hombre fue al médico porque le había salido una erección cutánea...
|
etiquetas: literatura , barbaridad , garrido , castro