La lluvia provocó ayer que el final de la Castellana se convirtiera en una auténtica ratonera para los vehículos. Fuentes de la Policía municipal explican a La Vanguardia “que no se produjo ningún accidente por la zona, pese a que fue un día complicado para el tráfico”. Bien es cierto, continúa la portavoz de los agentes locales, que en esa zona hasta el Hospital de La Paz y la salida a la M-40 ”muchas veces se producen atascos, al tratarse de una rotonda conflictiva".
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