Pues sí. En Suecia, como en USA, uno no tiene por qué ceñirse a la matrícula de coche que le toque, sino que puede solicitar una especial. Así lo hizo un ciudadano, que solicitó una matrícula aparentemente inofensiva y carente de mayor sentido: X32IARO. Sin embargo, los avispados funcionarios suecos se dieron cuenta de que vista por el espejo retrovisor, la matrícula se hacía un pelín, eh, picante. Visto en:
www.iabogado.com/esp/blogcfm/1/2008/11/La-matrcula-sueca-y-el-celo-adm