Todo el mundo sabe dónde tienen las mujeres el Punto G: en Ikea. Llévate a tu churri de paseo por el Ikea más próximo y para secar sus bragas vas a tener que tirarlas a un volcán. ¿Quién dijo que las mujeres son difíciles? Tan solo son caras. (¡Eeeeeepa! ¡Perdón! ¡Perdón! Que se ha abierto una brecha temporal al lado del ordenador y se me ha colado un chiste de antes de la Transición).
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