Casi como si no existiera, pero está ahí: pocos datos oficiales, escasos estudios y un manto de silencio. Es la violencia en parejas del mismo sexo.El Gobierno considera que ha llegado la hora de abordar la violencia en las relaciones homosexuales. Pero solo habrá tiempo para poner el tema sobre la mesa: las urnas están a la vuelta de la esquina. Pero queda situado sobre el mantel. Y allí se dirigirá la mirada de muchos colectivos, a ver qué hace con la cuestión -y sobre todo, con el matrimonio entre personas del mismo sexo.
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