Hasta en la Iglesia hay excepciones. José Ramón Castañón, al que todos conocen como 'Pochi', defiende, como todos los curas, su fe por encima de todo. Pero él lo hace de forma distinta. La alegría y las sonrisas están aseguradas en la parroquia de los Santos Apóstoles. Gran parte de lo que allí ocurre es gracias a él. Es el cura de los niños, y también de los mayores. -Las misas de los domingos se llenan. -La verdad es que son un éxito total. Se juntan más de 1.500 personas y de 300 niños. La hacemos viva, alegre, con canciones y palmas.
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