"No soy de ETA, no he cometido ningún delito, y no hay derecho a cómo me ha tratado la Policía Local", afirma Nieves S. F., una vecina de Santiago que el pasado miércoles fue obligada a identificarse por dos policías locales cuando le estaba dando de comer a unos gatos abandonados en el Campus Sur. La Policía Local la amenazó con llevarla al Cuartelillo. El ayuntamiento dice que los agentes tienen que velar para que se cumpla la ordenanza que lo prohibe.
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