La inmensa masa flotante de hielo A68, en la Antártida Occidental, ha tomado un inexplicado rumbo de colisión con el frente de hielo Larsen C, al norte de donde se desprendió del mismo en 2017. Después de un largo período de inactividad helada, A68 -que dobla en tamaño a Luxemburgo- ha comenzado a desviarse repentinamente. Ha ganado velocidad rápidamente desde entonces, explica en su blog el oceanógrafo polar Mark Brandon. "Tiene una cantidad espectacular de impulso y no va a detenerse fácilmente". En español:
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