Tras la constatación del hundimiento de las ventas del sector inmobiliario y las dificultades para afrontar la refinanciación de sus abultados pasivos, llega la hora de asimilar la nueva realidad. Las compañías británicas han sido las primeras en adaptar, a la baja, el valor de sus activos en España. Taylor Wimpey, una de las mayores promotoras de Reino Unido, ha tenido que provisionar algo más de 41 millones de euros para compensar la depreciación de sus promociones en las costas de España, y compensar así el desplome.
|
etiquetas: construcción , españa