Pero este paralelismo no se les pasaba por alto a los propios actores: en multitud de ocasiones, Navarro y Camoiras contaban a las chicas chin-chin, que andaban por ahí enseñando pechuga, que ahora iban a ver Cheers “que es de un bar, como el nuestro”. Los dos gañanes se identificaban con las aventuras de Ted Danson y su parroquia, y así nos lo repetían en cada programa. A mí me daba la risa tonta, pero, en realidad… ¿no se han hecho ya cosas parecidas con Los Ladrones Van a la oficina? ¿O el bar de los Serrano?
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