[c&p] Los monstruos también tienen entrepierna. Lo descubrí el otro día en un cine viendo El Increíble Hulk. El flacucho Edward Norton rompe la ropa, o sea se transforma en ese Big Ben de músculos andantes, en el monstruo iracundo, cuando siente miedo o se excita sexualmente. Cuando se le acelera el corazón. En la escena de cama con Liv Tyler, la alarma del reloj le avisa a Banner de que una caricia más y el gigante aparecerá. Una mujer que se deja penetrar por Banner, se arriesga a una táctica de la Marcha Atrás especialmente emocionante.
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