Mi amiga Rosa es una de estas jóvenes que se ha visto forzada a emigrar para trabajar.Ha encontrado un empleo en la tranquila ciudad de los canales: Amsterdam. Dice que se añora de la familia y del sol, pero en cambio está encantada con los horarios. Sale de trabajar a las 5 de la tarde a pesar de circular en bicicleta tiene tiempo para hacer lo que quiere y necesita. Unos días va al gimnasio, otros a perfeccionar el ingles y alguna copa con los amigos. Cena a las 7.30,y todavía puede ver una película para digerir la comida a las 8 de la tarde.
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