Un cliente de bien (en El Corte Ingles), acostumbrado a las faldas azules y el trato de usted, no quiere ir con los niños a descubrir que ya es primavera y darse de bruces con “Las Guarras de las Galaxias” en DVD. Ni con la venta de bragas de segunda mano. Ni con camisetas de Soziedad Alkohólika. Ni, ya era hora, con textos homófobos.
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