En crímenes tan horrorosos como la muerte de Marta del Castillo, es comprensible y hasta excusable que los amigos y vecinos de la víctima reciban en caliente en el juzgado a los presuntos autores entre gritos de "¡Asesinos!", pero es menos comprensible que lo hagamos en frío los medios de comunicación, y estos días, una vez más, lo estamos haciendo todos.
|
etiquetas: asesino , homicida , diferencia