Charlie Hebdo, sus dibujantes y periodistas, han sido, desde que tenemos uso de razón, el referente para los que ejercemos este trabajo. Gamberros, irresponsables, graciosos, blasfemos y, sobre todo, libres. El miércoles 7 de enero la barbarie puso precio a todo eso y nosotros nos sentimos huérfanos. Gracias Cabu. Gracias Charb. Gracias Wolinski. Gracias Tignous. Gracias Honoré. Gracias Bernard Maris. Gracias Charlie Hebdo.
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