No puede votar por no tener nacionalidad, ni presentarse para cargos públicos, ni abandonar el país, ni otros muchos trámites o gestiones. "Sencillamente porque es un Don Nadie y cada vez que va a comenzar un trámite, en la computadora aparece que no tiene país de origen", dice su abogado. ¿Por qué? En 1982, en las postrimerías de la dictadura argentina, le tocaba cumplir con el servicio militar obligatorio, pero se negó, dado que su religión le impide portar armas. Pasó tres años y medio en prisión. Pero lo peor vino después...
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