«Yo no sabía nada. Soy inocente» … O mejor aún: «Yo soy otra víctima. A mí también me engañaron». Sí. El autoengaño es una salida. A veces la salida más fácil y más evidente cuando la realidad se vuelve repentinamente insoportable. Pero no. No juzguemos tan precipitadamente, el autoengaño, al menos, esconde una cierta forma de justicia, de vergüenza, de culpa. Peor es no reconocer error alguno. Seguir en sus trece. Seguir pensando lo mismo que antes, como si nada hubiera pasado. Peor es ser totalmente ciego, intolerante, necio...
|
etiquetas: historia , evidente , insoportable , autoengaño