Los grandes medios norteamericanos suelen afirmar que los talibanes y los señores de la guerra son los beneficiarios del cultivo del opiáceo y que así obstaculizan la marcha de Afganistán “hacia la democracia”. Lo cierto es que grupos empresariales sostienen el narcotráfico y compiten por el control geopolítico y militar de las rutas de las drogas.
|
etiquetas: eeuu , afganistán , heroína , narcotráfico , opio , corrupción , guerra