"Una gran parte de la deuda de países como España es ilegítima, dado que procede de una política que favoreció a una ínfima minoría de la población en detrimento de una aplastante mayoría de ciudadanos, así que tenemos que auditar esas deudas con participación ciudadana y anular todo lo ilegítimo; de lo contrario, las víctimas de la crisis seguirán sufriendo una doble condena en beneficio de los culpables, los banqueros", señala Éric Toussaint. Es uno de los expertos convocados a la Semana Galega de Filosofía para debatir sobre las posibles sal
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