Incertidumbre y resignación. Este es el sentimiento que ayer predominaba entre los funcionarios que abandonaban las dependencias del Gobierno vasco en Vitoria tras finalizar su jornada laboral, después de conocer la decisión del Tribunal Constitucional que suspende el pago de su extra de Navidad. «No nos ha sorprendido, estaba cantado. Hay que ver qué sucede ahora», apuntaba Javier y sus compañeros de departamento mientras esperaban el autobús hacia Bilbao. Las dudas y la confusión generalizada acompañaron a los trabajadores de Lakua.
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