Si le dicen que las Diputaciones Provinciales no se pueden suprimir porque ellas garantizan servicios públicos esenciales de su municipio, no le están diciendo la verdad. Esos servicios apenas ocupan la quinta prioridad de una institución que es en general ineficaz, poco transparente, poco democrática y cuyo principal objetivo es proporcionarle bienestar a su propia estructura.
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