Ahora nos venden a Cañete como Dios-Papá Pitufo y no se arrugan por vendernos una imagen idealizada y no real de un candidato. ¿Hasta qué punto influyen estos carteles en el voto? Parece que todos compiten ya por cambiar la imagen de sus respectivos candidatos para convencer al votante de algo que no tienen. ¿Confunden deseo con realidad o nos toman a todos por tontos?
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