Puede que Nerón (54-68 d.C.) no haya sido un buen gobernante pero había una cosa que el tirano sabía hacer mejor que la mayoría: celebrar fiestas. El centro de estas comilonas eran unos aposentos nobles que el historiador Suetonio describe como “en los comedores existen techos revestidos de placas de marfil móviles por las cuales se puede tirar flores y regar perfumes. El comedor principal era una rotonda que giraba día y noche como el espacio exterior”.
|
etiquetas: arqueología , restaurante , giratorio , roma , nerón