Dominic sabe contar su tragedia en cuatro idiomas. Uno por cada episodio: el terremoto que arrasó Haití en enero, el huracán y la epidemia de cólera que estallaron en noviembre, y los muertos y los heridos de esta semana en las manifestaciones contra los soldados de Naciones Unidas desplegados en el país caribeño. Es la única forma de sobrevivir en Haití, dice: conocer muchas lenguas y trabajar para los que vienen del extranjero a mirar o a ayudar. Todos los días son trágicos en Haití, pero los que Dominic añora son los días del terremoto
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