Año y medio después de acabadas las obras, el céntrico inmueble de la capital de la Región seguía a nombre de una promotora con grandes deudas con la Agencia Tributaria. «Lo desconozco». Con esa escueta respuesta se despachó el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, cuando el 15 de junio de 2012 el fiscal anticorrupción, Juan Pablo Lozano, le hizo saber que ese mismo día el Teatro Circo seguía sin figurar oficialmente como propiedad del Ayuntamiento de Murcia.
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