Cinco de la mañana. El sol ni siquiera ha asomado entre las montañas, pero ya hay claridad. La suficiente para dirigir el manillar de tu bicicleta entre los bosques de la Columbia Británica. Concentrado siempre en el siguiente golpe de pedal, giras una curva cerrada y algo llama tu atención: una figura oscura se encuentra en medio del camino. Aprietas los frenos. Tu corazón comienza a latir. A estas horas de la mañana no debería haber nadie, piensas. Es entonces es cuando en tu cabeza suena una vocecilla que dice que eso no es una persona.
|
etiquetas: canadá , oso , bosque , manual , supervivencia , instrucciones , whistler