Los chavales no se sienten motivados. Los maestros se quejan de falta de medios, de indisciplina, de presión social. Las familias critican cómo funciona. Universidad y empresas cuestionan sus resultados. Los políticos no paran de retocarla. ¿Qué pasa con la escuela que todos sufrimos por ella? Socialmente la escuela está mal vista, no todas las familias confían en ella ni en los profesionales que allí trabajan; los profesores han de lidiar con clases muy numerosas y con niños muy diversos, la dedicación individualizada es imposible...
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