Nuestra dependencia de la tecnología es más fuerte que nunca, y eso tiene sus consecuencias: cuando los servicios dejan de funcionar -y todos ellos dejan de hacerlo tarde o temprano- llega el caos. El impacto que tiene que nos quedemos sin Gmail o sin WhatsApp es enorme, pero lo mismo ocurre -si es que el impacto no es mayor- cuando los que se caen son los servidores de Amazon o de Microsoft.
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etiquetas: informática , momentos incómodos
Yo no soy tan listo; lo he aprendido de los politiflautas que salen en la tele.
Saludos
#3 Es técnico de sistemas. Lo arreglará aunque se quede sin comer o sin dormir.
#4 va de jefecillo. Le echará la culpa a su jefe por no haber invertido lo suficiente. (El jefe se cabreará más todavía).
Yo soy el becario. Yo soy el que lo ha jodido y haré lo posible para que no se entere nadie.
¿Que qué hace? Pues lo que indique su plan de contingencia y disaster recovery.
Teniendo redundancia y respaldos todo es más sencillo
Dicho eso, lo mejor es ir a esas reuniones tranquilo, y sabiendo que es el momento de pedir más recursos porque es cuando te los van a dar para salir del follón.
orgasmoinfarto