Viven tranquilos, porque sus nombres, sus fotos, nunca aparecen en los titulares de los diarios. Si acaso, cuando casan a alguna nieta, en la prensa del corazón. Ellos son el principio y el fin de la corrupción, los padres del monstruo que nos devora, pero nadie se atreve a denunciarlos.
|
etiquetas: corrupción , políticos , empresas , dinero negro , financiación