"Entro en un pequeño bar de la Mancha. En el patio trasero, un lomo de cerdo se descongela junto a unas gambas rodeadas de moscas. Dentro, en la cocina, la grasa gotea desde el extractor formando un gran charco. La pared, la chapa de aluminio, la encimera... todo está impregnado. Montañas de platos con restos de comida de días se acumulan en cajas de plástico pegajosas. Entre el desorden y los múltiples utensilios que invaden la mesa de trabajo, varias colillas. El olor a 'fritanga' impregna la calle..."
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