“Hemos llegado a tal extremo que por instalar una toma de agua en una casa recién construida, (los europeos,
AGBAR) cobran lo que vale todo el terreno”, denuncia el obispo de Saltillo, monseñor Raúl Vera López. Ellos “controlan 49 por ciento de las acciones (del sistema hidráulico local), pero imponen todas las decisiones y nadie, ni el municipio ni el gobernador (Humberto Moreira), les dice media palabra”. Mas:
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