En Nueva Zelanda, los gusanos bioluminiscentes de la especie Arachnocampa luminosa iluminan las cuevas y les dan un toque mágico y único. Como larvas, construyen un tubo mucoso en el techo de la cueva el que van colgando hilos de seda para atrapar insectos atraídos por la luz. Janek von Byern de la Universidad de Viena analizó las gotas de los hilos y son un 99 % agua y 1% de pegamento (urea y un péptido que no pudieron identificar). Un interesante y desagradable mecanismo de alimentación. En español:
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