Agentes destinados en Barbate, Sanlúcar, Jerez o Cádiz dan forma y detalles en privado a la pública sensación de abandono, a los encargos "absurdos" que reciben hace meses.- Los agentes eluden hacer testimonios con nombres y apellidos o piden que sus voces sean distorsionadas en televisiones y radio por temor a represalias internas. Se piden explicaciones y responsabilidades sobre la dotación material, y las plantillas de la Guardia Civil en la provincia de Cadiz así como "¿quién y por qué dio esas órdenes el pasado viernes?"
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