Parece que después del escandaloso caso del ayuntamiento de Marbella por fin se empiezan a tomar medidas reales para tirar de la manta y destapar la incalculable corrupción urbanística que sufrimos en toda España. Es difícil de asumir que vivimos en una democracia donde necesitamos un caso de corrupción tan sumamente hiperbólico como el de Roca para que partidos políticos y medios de comunicación nacionales hayan reaccionado.
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