Algunos de los grandes bancos estadounidenses, como Goldman Sachs, JPMorgan Chase y Morgan Stanley, han solicitado al Departamento del Tesoro y a la Reserva Federal la autorización para devolver cuanto antes el efectivo del fondo estatal de estabilidad financiera, el fondo de socorro gubernamental para evitar el colapso tras la caída de Lehman Brothers. La Administración no tiene prisa en cualquier caso y espera antes que la recuperación de los fondos, la garantía de que el sistema ya está sano.
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