La secuencia de los hechos comienza cuado el "piloto kamikaze" se incorpora a la autopista haciendo un caballito. Una vez incorporado, adelanta a varios coches por su mismo carril y el cuentaquilómetros, que enfoca su cámara, continúa subiendo de los doscientos quilómetros. Hace del arcén un tercer carril y adelanta por la derecha a varios camiones cuando la aguja marca los 230 kilómetros por hora. ¡Llega a alcanzar los 284!.
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