El primer ministro británico, Gordon Brown, ha advertido este viernes a los supermercados de que deberán cobrar a los compradores por cada una de las 13 millones de bolsas de plástico que se reparten de manera gratuita cada año si no quieren que el Gobierno les obligue a ello. Brown ya alcanzó el año pasado un acuerdo con estos comercios para frenar el impacto ambiental reduciendo el número de bolsas distribuidas
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