"El mes pasado escribí acerca de las reuniones cada vez más secretas entre las industrias de derechos de autor e Internet, esta vez en Australia. El público, como de costumbre, no fue invitado a ofrecer sus puntos de vista sobre los planes que obviamente afectan a ellos más que a nadie, y por ello presentaron una petición de libertad de información (FOI) para averiguar lo que estaba pasando, pero las respuestas que obtuvieron no fueron las satisfactorias y algunas de las excusas dadas son inverosímiles." Traducción en
#1