El Grupo Internacional de Contacto (GIC) ha puesto en marcha en los últimos meses un sistema de verificación propio después de que el Gobierno español haya obviado las distintas peticiones que ha recibido para que liderara las tareas de supervisión. Vista la negativa del Ejecutivo, tanto a la supervisión como a reconocer al GIC un papel en el proceso que diferentes partidos en Euskadi le han concedido, los resultados serán trasladados a agentes internacionales. Estos podrían tener mayor influencia en el actual Gobierno español o su sustituto.
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