Desde el Tratado de Utrecht, en 1713, en que la Reina Ana de Inglaterra pactó con Luis XIV de Francia que Felipe V reinase en España y logró, a cambio, la cesión de Gibraltar, España ha solicitado reiteradamente al Reino Unido entablar negociaciones, para llegar a una solución definitiva del contencioso de Gibraltar. Mientras tanto, algunos alcaldes de municipios repartidos por la geografía española han querido hacer gala de un patriotismo cuasi-cómico, nombrando a una de sus calles... ¿Lo adivináis? Pues sí: "GIBRALTAR ESPAÑOL".
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