“Han estado a punto de echar el barco al fondo”, relata el patrón del Divina Providencia, Francisco Gómez, mientras la policía insistía en que debía abandonar las aguas. Hasta siete embarcaciones de la policía de Gibraltar y la Royal Navy han custodiado el remolcador británico, ante la atenta mirada de dos patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que trataban de impedir el acoso a los barcos de pesca españoles. Relacionada:
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