Se encontraron después de mucho tiempo. Harrison Weir explicó a su amigo que estaba organizando un show de gatos. El primero de la historia. Él estaba orgulloso. Era 1871 y hasta hacía menos de una década no sólo habría sido impensable exhibir un gato, sino que nadie se habría planteado tenerlo como mascota. Al menos, en Inglaterra. El amigo de Weir no pudo reprimir el grito: «¡Un show de gatos! ¿Por qué? ¡Odio esas cosas!».
|
etiquetas: gato , victoriana , inglaterra , harrison weir , exposición , felino