Lamentando tener que estar «pendiente de todo en esta casa», Fichino, un gato de tres años de Barcelona, se ha visto obligado a morder la cara de su dueña para despertarla. "¿Es que soy el único adulto de la familia? Si no la despierto esta se queda durmiendo hasta, por lo menos, las ocho”, ha declarado el gato, que también lamenta tener que estar pendiente de otros asuntos y verse forzado a avisar a todo el mundo, mediante gritos de alarma, cuando su bol de comida se ha vaciado un poquito.
|
etiquetas: gato , humor , emt