El gas esquisto ha cambiado las reglas del mercado energético de EEUU. Después de una inversión aproximada de 250.000 millones de dólares, el 23% de la producción de gas de EEUU proviene ahora de roca enterrada a cientos de metros de la superficie. Hace una década, la cifra no superaba el 1%. ¿Vivirá Europa una revolución similar? Por el momento, parece poco probable. original:
www.expansion.com/2011/05/31/opinion/1306872710.html 
