A la Iglesia Católica se le han acabado los privilegios en materia urbanística en la ciudad de Madrid. O al menos eso es lo que se desprende del anuncio que hizo ayer la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez. Tras recordar que España es un estado laico, la concejal comunicó al Pleno que a partir de ahora, todos los terrenos que el Ayuntamiento ceda o permute con una institución religiosa deberán someterse a un concurso abierto en el que puedan participar todas las confesiones.
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