Ahora resulta que no hay cartas para tantos jugadores. La tarta publicitaria no da para todos. Ahora hay que fusionarse a toda velocidad: toca juntar meriendas ya mismo, empezando por las aparentemente irreconciliables Sexta y Cuatro. Además, les vamos a dar la pasta de TVE para que puedan hacerlo con garantías. Vamos a abrir la caja de la televisión pública y a repartir su contenido entre unos cuantos. ¿Damnificados? Los españoles en general, porque serán los contribuyentes quienes paguen las copas de esta nueva fiesta.
|
etiquetas: televisión , crisis , fusiones